Gran Concierto Nocturno
-¿Luciana? - Preguntó la voz en tono desesperado.
-¿Qué? - Balbuceé desconcertado.
-¿Está Luciana? - Se ve que mi voz no correspondía a sus expectativas.
-No conozco a nadie con ese nombre - Y era verdad. ¿Quién coño era Luciana?. Conocí un Luciano una vez, un rockero depresivo y poco higiénico. Estuve por comentárselo, pero preferí dejar que se aclarara un poco antes.
Luciana, una arquitecta argentina- Insistió el pobre desgraciado. Lo primero que pensé es que un arquitecto debería vivir en un sitio mejor, así que me imaginé que Luciana era puta e iba diciendo por ahí que era arquitecta para que no la señalasen con el dedo índice, entonces la voz pertenecería a su chulo celoso o a un cliente encoñado o a un familiar heróico que poniéndose en una manifiesta posición de superioridad (si, patriarcal) trataba de darle lecciones de vida en tan propicias horas para la tragedia. En cualquier caso no pensaba tomarme una copa con el.
Si hubiera una puta en este edificio yo debería saberlo, pero la verdad es que no tengo mucha idea de quienes son mis vecinos. Conozco a las dueñas, un par de viejas ratas con una acumulación de antigüedades digna del peor síndrome de Diógenes. Conozco a mi vecino de planta, un viejo gruñón y desconfiado que se cree McGiver (teníais que ver mi instalación eléctrica) y que me presentaron como el primo de una de las viejas ratas, siendo en realidad su novio. Se que un par de plantas arriba hay un par de nórdicas algo rollizas que cuando he tratado de saludar han respondido con miradas temerosas e ininteligibles murmullos. Debo tener cara de típico violador ibérico. También se que hay un tipo que va siempre con gorra, por oscura que sea la noche, y creo que está liado con una de las nórdicas rollizas. Una vez entré en el piso de los de arriba, donde un grupo de estudiantes vive de forma hacinada, aunque no creo que lleguen a utilizar la técnica de la “cama caliente” (dormir por turnos, tres turnos diarios). De aquella teníamos una botella de vino francés bien caro pero no cómo abrirla. Mi amigo, un alemán muy sociable, me sugirió que preguntáramos a algún vecino por un sacacorchos. Yo, con tal de no forzar ninguna relación interpersonal, lo hubiera hecho con un cuchillo o con mis mismísimos dientes pero tenía invitados y me esforcé por guardar la compostura y accedí y subimos. Nos quedamos con ellos un buen rato, hablando de lo humano y de lo divino. Nos dijeron que montaban muchas fiestas y que nos invitarían y que que buen rollo conocernos. De esto hace diez meses, y nunca volví a saber de ellos. Ni a verlos por la escalera siquiera. A veces me gustaría pensar que se mudaron, pero tengo la triste sospecha de que no es así.
Traté de hacer entrar en razón al incómodo trasnochador:
-No me entendió usted, no conozco a nadie que se llame Luciana.
-¿Entonces no está en casa? - Dios, que pesadez de individuo.
-No, no está en esta casa
-¿Y donde vive entonces?
-Pues no lo se, no tengo la menor idea, no la conozco.
-¿En el segundo primera?
-Si, es muy posible.
-Entonces llamaré ahí mejor.
-Si, mucho mejor, y si no es ahí siga llamando a los demás, es un momento tan bueno como cualquier otro para hacerlo.
El triste noctámbulo se despidió dándome las gracias y yo me volví algo aturdido a tratar de cerrar los ojos un rato antes de irme a trabajar. Se ve que el tipo no estaba para ironías y siguió mi consejo al pie de la letra, así que me acosté escuchando un Gran Concierto Nocturno de Timbrazos. Notas de distintas frecuencias y amplitudes se sucedían mientras me abandonaba en el sueño. En ese duermevela descendente me dio por ponerme erudito y me puse a pensar que la mal llamada música clásica se sostenía sobre partituras donde se concretaban el ritmo y la melodía, a diferencia de la música experimental del ya pasado siglo XX, que tanto por la rama concreta como por la electrónica jugaba principalmente con la armonía y el timbre. El timbre es la cualidad del sonido que permite distinguir la fuente del mismo. Pensé que el timbre de aquel concierto tenía una fuente vitalmente desesperada, sexualmente explícita, ajena a la razón, al ridículo y a la cultura. Y me dormí dulcemente.
20 Respuestas emocionales:
Llego en nada, lo que tarde en peinarme.
besos agitados, no revueltos
Todavía me estoy peinando, esta cabeza no se termina nunca. Ya llego, que no decaiga la fiesta. Que agitación.
Yo conozco una Luciana, que no es arquitecta pero quiso estudiar arquitectura una vez. Pero no vive en ese piso porque vive en otra parte de ese país. A ver si la llamo y se apunta a una copa de vino. Ah! Casi lo olvidaba, también conozco varias argentinas. ¿Qué tiene que ver esto con todo eso? Nada. O lo que es lo mismo, nada que un par de copas de Sapphie & Tonic (in English, claro) no curen. Es que ayer me quedé en casa. Pero hoy es otra historia. Y el timbre llega a picos histéricos de tanto histeriquear en un bucle que haría las delicias del mismo Philip Glass, travestido, con demasiado maquillaje y unos tacones altísimos, listo para ir a hacer la calle y con club de fans en vez de cartera de clientes. Riiiiiiiiiiiiiiiiiiiing!
el uso de ibuprofeno muy seguido es causante de ulceras, ya no lo recomiendan, cuidadoooo
Uy Yuna, úlcera, estás en todo. Pues voy con mi úlcera bien peinada (ya casi acabé) que le echamos hielo, angostura, un chorreoncito de ginebra y le ponemos una sombrillita hawaiana. Todos invitados, ¿no?. Aunque hay quien no pueda venir por asuntos relativos a algún continente sudamericano plagado de sicólogos. Dile a Luciana que la andan buscando. Y a las demás díselo también. Y no quiero oir hablar de Philip que la última vez se cruzó un sábado con Schoenberg y Weber y vaya carita que le pusieron. Esas dos zorrillas no soportan que le queden los tacones a Philip, se quedaron en las plataformas...
Es que eso de la atonalidad ya no la tocan en ninguna disco que se precie. Sorry, pero si no es trendy no bailo.
2 ibuprofeno antes de dormir y te levantas al primer toque de despertador... LAs resacas hay que prevenirlas, sobretodo cuando ya te has acostumbrando y te das cuenta de que no podrías vivir sin ellas.
que precavida eres cris, que envidia mas insana me das. A mi las resacas siempre me pillan de imprevisto, sobre todo las de ibuprofeno.
¡Resaca de ibuprofeno! Mmm. Suena inspirador. Pensaba en una reinterpretación del “dogg” pero con el anti-inflamatorio en cuestión (para hacerlo sonar aspirador en vez de inspirador). ¿Pero qué nombre le ponemos? Imagínate decirle a alguien al oído, pretendiendo un aire “cool” clandestino: “oye, tengo ‘ibupro’ del bueno…” No. Definitivamente no pone.
Quítale el "pro" y Di: Tengo IBU, es lo más... El instinto hace que llegues a casa arrastrándote pero sin que se note ni un ápice, te tiras a la diagonal de la cama, al lado tienes tu vasito de agua y los 2 IBUS, e instintivamente, porque aquí el racicinio espera el toque de despertador, los avalas con música Avalon cuan Ava Gardner y duermes como un lironcillo feliz.
IBUS (al revés se lee SUBI... subidón y todo eso...) Es la clave...
Me voy luego volveré arrastrá...
Good night and Good Luck!
Te acabo de linkear sin permiso...
A cambio te paso un IBU...
Me ha gustado mucho tu texto: rápido, ágil, sencillo y con un final precioso. Feliciades, volveré.
Impresionante, el tándem dialéctico max-cris (3 on 3, si os gusta el basket) acaba de crear una nueva moda en cuanto a sicoactivos lúdicos. Mientras sea IBU y no UVI yo me apunto.
Cris, te voy a leer la cartilla: ¿cómo que good night a lo Ed Murrow?¿no habíamos quedado? Y eso de linkearme sin permiso... Me cobraré revancha.
Bienvenida maría gracias por tus comentarios, me pusiste colorado.
good nights y good lucks a todos
El problema del IBU es que, después de una muy chauvinista etapa de apoyo a la producción nacional, como todo estudiante de arte que se preciara (obviamente que no acá en EEUU), los estándares que dejó el farmaceuta otorrinolaringológico se vuelven casi inalcanzables. Good love to everyone.
todavía sigo pensando por qué me resultas tan simpático
no le des muchas vueltas, no vaya a ser que cambies de opinión.
:D
Me encanta cómo escribes y de lo que escribes, y creo que uno se deja más que epiteliales en el teclado.
De maner aque a no ser que cambies tú...
Una pena que no compartamos ciudad. Tocaría tu timbre, y te permitiría que tocases el mío, a horas intempestivas, que siempre son las mejores.
Abrazo desnudo.
Estoy pensando en mudarme. Te avisaré.
entre phillipglass y avagadner solo puede estar un supercrack patrio, el hombre que lucha contra su cancer de plumon(por tus coloretes en plan ludico-festivo) con la intensidad de su corazon, ese FARY! fairy santo y señalon!
bonita la metafora atonalista...cuantos pisos tiene tu inmueble? llegara la luciana a todos sus pliegues?
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