Sexo, obviedades y archivos de video (I: el cremaster de los cojones)
Hubo un día no hace mucho en me descargué tres videos con el Limewire que, todo sea dicho, es un p2p menor. Los archivos en cuestión eran el Cremaster 3 de Mathew Barney y las películas caseras de alto contenido sexual que grabaron Pamela Anderson y Paris Hilton con sus parejas correspondientes. Comencé con el Cremaster en un alarde de disciplina de autonvencimiento acerca de lo que se suponen deben ser mis intereses. Richard Serra vierte silicona caliente sobre el suelo de una planta del sinuoso Guggenheim mientras en otra planta un grupo de Trip Hop o algo así hace una especie de ensayo general sin que parezca que resulte molesto para una hilera interminable de tías buenas con orejitas de conejo que bailan agarradas, elevando al unísono sus larguísimas piernas. En otra planta hay un tipo (que debe ser Mathew) con una falda escocesa rosa y un pañuelo a cuadros también rosado metido en la boca mirando a una mujer-leopardo con piernas de cristal. Absolutamente acomplejado por no estar enterándome de nada (quizá la compresión mpeg4 me impedía disfrutar de la calidad del trabajo) me puse a buscar en google información que me ayudara a enfrentarme a aquello, donde aparte de encontrar las típicas calificaciones de “obra de arte total” había explicaciones como ésta que transcribo: No solamente se trata de la narración del patético periplo vital del asesino Gary Gilmore llevando hasta el extremo las referencias autobiográficas a su persona, ni la acertada recreación del mito celta de Fionn y Fingal: en Cremaster 3, la relación entre el aprendiz y el arquitecto, además de simbolizar el camino recorrido por el músculo escrotal y el proceso de iniciación masón, pretende recrear algunos puntos clave de la leyenda fundacional del masonismo. Bueno.
Algo de lo que si me enteré, con infinito alivio por hacerlo, es que el cremaster es un músculo del aparato genital masculino que mantiene suspendidos los testículos y permite su movimiento retráctil ante estimulaciones externas como cambios bruscos de temperatura, la excitación o el miedo. Así leído es una metáfora de lo más atractiva, aunque yo no la hubiera visto por ninguna parte. Me divirtió la idea de pensar que los videos de Mathew, Pam y Paris tenían la excitación como común intención de base, en un primer lugar de los propios autores (vaya paja mental Mathew, desde aquí te mando un saludo) y a posteriori, por contagio endémico, del espectador de turno. Se podría decir que los tres videos estaban orientados a tocar el cremaster de los cojones, aunque con formas representacionales sensiblemente diferenciadas. Mientras la expresión de Barney se presenta como una construcción metafórica, las grabaciones de Pam y Paris son testimonios reales, desnudos (valga la expresión) de mayor artificiosidad. Y aunque mi mecánica racional me lleva a pensar que lo segundo también son metáforas (el típico síndrome del espectador, que personalmente tengo muy acusado), lo cierto es que mi propio cremaster me diría lo contrario ante las reacciones que suscitarían los distintos videos.
Después de leer páginas sobre la pieza de Mathew seguía sintiendo que me faltaban datos. En realidad deseaba que me faltaran datos y mi problema no fuera otra cosa, pero era evidente que mi problema era otra cosa. No podía creer el provincianismo con el que me estaba enfrentando a esta dicotomía en el consumo de expresiones videográficas, anteponiendo populachero material de casquería al refinamiento estético de Barney.
Quizá el problema estribe en que se me pasa la vida a través de una pantalla u otra. Si sumo la del ordenador del trabajo con la del ordenador de casa, la del cine, la de la televisión (que en realidad no tengo por no seguir sumando) e incluso el display del móvil, puedo decir que la mayor parte de mi vida consciente actual transcurre delante (aunque últimamente prefiero decir a través) de una pantalla, lo cual me lleva indefectiblemente a identificarla como la realidad tangible en la que desarrollo mi existencia. Trabajo, ocio, comunicación, estímulos sexuales, compras… ¿me dejo algo? prácticamente todo lo relativo a la producción, el consumo y la comunicación, que es en definitiva en lo que se subdivide la existencia de la mayoría de las personas. La metáfora podía tener sentido cuando la pantalla era el espacio de la representación, pero cuando se transmuta en espacio vital aparece la avidez de verismo, de realidad. O puede que sea que uno se embrutece progresivamente con la erosión de los sinsabores cotidianos y no está para sutilezas o refinamientos. El caso es que si con pantallas se vive con metáforas ni siquiera se sobrevive.
Reconociendo mi error (-a quién quieres engañar, Andrés-), al fin convencido de que el video de Mathew no tendría ningún efecto sobre mi cremaster, lo cerré y busqué los otros dos videos pirateados restantes en la carpeta de descargas del Limewire.
16 Respuestas emocionales:
Si, supongo que las variantes son variadas, aunque no se a que se refiere usted.
Pues es que el otro día había un reportaje en la Superpop o alguna revista similar sobre el cremaster, fíjate lo eruditas que son esas publicaciones cuando quieren. Que no es que yo la haya leído, qué va, es que salía en El Hormiguero, el programa de Pablo Motos en Cuatro, me reí mucho. Saluditos apretados
L otr dia stab acind uns recads y vi Super Pop y no s xk xo m la compr. Llg a casa m puse a leerla y Dios!! So va pa adolescents, k andan ponindo sas coss?
Venga reality, confiesa que eres tan FANX de la Superpop como yo o el propio Mathew Barney (es lo único que lee aparte de mi blog, y eso que no entiende ni papa de español). Y es que la cultura está por todas partes, no hay quién huya de ella. Saluditos!
Admitir que seguimos leyendo la superpop es el acto de outing más duro al que hemos de enfrentarnos en la actualidad.. Yo lo compro con la excusa de que me proporciona material para mis clases, pero cualquier día asumiré que soy un adicto.
A mi cremaster la Hilton y la Anderson le atacan los nervios, así que no podría concentrarse ni actuar como debiera ante semejantes vídeos...
que toda la vida es cine...
yo hace unos años decidí que las cosas me gustaban o no y que le dieran a todo lo demás, claro que yo no tengo cremaster ;)
Y como también soy un poco friki para ciertas cosas, todavía no sé si me ha gustado o no lo último que nos ha puesto Alfonso Cuarón sobre la mesa. Eso sí, el tío lo borda para hacernos creer una realidad futura, con tomas infinitas, sonidos casi reales de los disparos, estética/técnica de documental.
¿será malo esto tan malo de la adicción a las pantallas?
Impresionado por la relación entre el músculo masón y el escroto...
jajaja (debo confesar que me pica la curiosidad por ver esos videos)
Cuidado pues en tu zambullida en mi lago...
un abrazo¡
jajaja muy bueno!!
Me gustan tus dibujos, están genial!!
Sigo leyéndote, gracias por la visita :)
Cinephilus, elude tus complejos, reconoce que estás enganchado a la superpop y que los videos de Pam y Paris alegran como nada tu cremaster.Únete al club! somos muchos en la sombra...
25, tu declaración tiene algo de freudiano, pero los milagros de la cirugía actual podrían cambiar tu vida... Y lo del Cuarón, no se no se, prefiero la superpop, es mucho más espectacular.
De cenizas, ni puedo ni quiero salir de ese lago, las lúbricas ninfas no me dejan en paz (sonrisa feliz), y si fuera lo que me voy a encontrar son masones escrotados...
gracias por tus apreciaciones de vicente (juro que no le pagué chicos!) Yo también te leo a ti.
Barney, el artista y no el dinosaurio morado, en su último cremaster, da cuenta en implícito de una narrativa edípica operativa en su producción, dada la inclusión de Serra, que al verter el silicón, hace referencia implícita a sus piezas con plomo derretido (Splash piece, Casting, etc.). El asunto es que Barney, escultor él, intenta lidiar con el legado de Serra (que cabe recordar también ha hecho varios videos). Eso sí, la conexión con el cremaster (el músculo y no la obra de Barney) y el archifamoso film Hand Catching Lead de Serra es que el movimiento de la mano de Serra duplica el de la mano del espectador ante el video de la Hilton (o la Anderson, pero la Hilton tiene mesa reservada en el Dorsia y eso nos encanta) y esa repetición del movimiento, una y otra vez, convierte esta experiencia de recepción estética en cuasi minimalista. Cuasi, porque al final la cosa se pone post-minimal, pero mejor.
Muy bueno lo que dices, una extrarealidad la que vivimos de pantallas y metáforas, muy buena tu reflexión.
Se me ha hecho impresicindible después de la lectura unos cuantos cremaster congelados junto al táper del semenparacuandohagafaltata. ¿Habrá bancos de cremaster? ¿Será esta la idea que nos haga millonarios? ¡Eres un artista!
Tus imágenes, magníficas. Besos
Estaba esperando tu explicación Max, you're much better than google! y mucho más refinado, porque la masturbación descrita es digna de un Turner y otro y otro y así, encendiendo y apagando, abriendo y cerrando, arriba y abajo, y madonna, mein gott, madonna...
Me alegraste el día Pilar! esos comentarios me hicieron sonrojar, pero también me alegro de conocer por fin a la persona que podría escribir la versión femenina (¿femenino, qué es eso?) del American psycho. Muchos besos a ti.
A vueltas con las metáforas.
Con esas búsquedas y esas descargas que me haces, ¿cómo pretendes vencer el insomnio?
Besos lascivos.
Soy derrotista, ya me di por vencido y sencillamente me dejo caer en mi placentero e insano imsomnio. Me gusta eso de los besos lascivos.
jajajaja, si tú me dices ven...
lo dejo todo
debo ser un renegado del antipostmodernismo, me quede anclado en finnegans wake, y de matthew ni la tea, ni la islandesa ni nada...no te digo yo que un dia de estos me de por el santorral...por cierto, genial la frase " las grabaciones de Pam y Paris son testimonios reales" sobre todo teniendo en cuenta la etimologia de "testimonio"....aqui no se salva ni dios con sus genitales amordazados...gran post!
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