lunes, noviembre 27, 2006

La última vez que escribo sobre un domingo


Hoy es domingo y me he levanto tarde. Como a la una y media. Esta fiebre no se me acaba de pasar así que desayuno un effergan y un par de galletas y enciendo el ordenador. Miro el correo, las descargas, los conectados al messenger. Después busco el móvil. Un mensaje y dos llamadas perdidas, todo de anoche. Anoto mentalmente lo que tengo que hacer antes de que se me venga el lunes encima y decido que lo más importante dadas las circunstancias es pelarme. Siento que me sobra algo. Mientras barro el pelo me acuerdo de aquel amigo que iba de peluquería en peluquería pidiendo que le guardaran el cabello cortado para hacer una enorme montaña con el. Solía contar con orgullo cómo se emocionó hasta las lágrimas uno de los peluqueros al exponerle su proyecto. Cuando acabo acabo de recojerlo, al ver el montoncito oscuro, me acuerdo de mi difunto gato y de cómo se escondía el día que se lo llevaron los de la veterinaria para sacrificarlo. Cojo una toalla (la azul) y ropa para irme a la ducha, donde permanezco unos veinte minutos bajo el agua tibia, hasta que se me arrugan las manos. Pongo una lavadora, friego los cacharros mientras hago un cuscus con verduras y me bebo una cerveza que agudiza mi dolor de garganta. Como delante del ordenador, compruebo que se descargó la discografía de Sigur Ros y pongo a bajar tres películas de Winterbottom. Tres conversaciones abiertas y algunos mensajes. Leo blogs, El País y el Marca. Una amiga me escribe melancólicamente sobre su domingo (“Domingo, viaje a ninguna parte”, dice). Otra amiga está triste porque perdió sus lentillas y aburrida por otras cosas. Otra me asegura que va a ser un día muy intenso, que está ansiosa por resolverlo y le deseo suerte. Otro me comenta que está contento, que le vino bien salir anoche y enfrentarse con algunos fantasmas. Otro me escribe a mi y a muchos más preguntando por qué nadie le escribe. Otro me manda más trabajo. Le pregunto a un antiguo amigo por cómo están todos, hace tiempo que no los veo. Me responde que igual, que nada cambió, si acaso que tiene un poco menos de pelo y que mañana es lunes. Estamos todos delante de una pantalla, que no es la misma. Detrás de cada pantalla hay una pared. Miro por la otra ventana de mi habitación, la que tiene detrás una ciudad y no una pared, y trato de recordar que hago un domingo aquí sentado, entre esta ciudad y esta pared con dos ventanas de por medio. Me acaricio el pelo, la cabeza. Sigo sintiendo que me sobra algo.

22 Respuestas emocionales:

Blogger andrés said...

usted tiene fórmulas para todo, por lo que veo. Pero algunas se las calla...

3:05 a. m.  
Blogger Fernando J. López said...

si hay fórmulas dominicales, compartidlas... a mí me provocan ansiedad unisemanal y sinrazones varias y no es tanto la cercanía del lunes como la agonía del sábado lo que me altera

alguien debería prohibir los domingos o, en su defecto, resetearlos

10:16 a. m.  
Blogger andrés said...

¿sábados agónicos? Cinephilus, esto se está poniendo de bar en peor...

11:52 a. m.  
Blogger glou said...

Busca lo que no te falta. Verás más cosas pendientes...
Ese es el rollo.. ¿por donde empezar? cuando no apetece arrancar

2:46 p. m.  
Blogger Max said...

Como me gusta la negación, asumo que a todos también, léase: “me sobra algo” es la máscara de “me falta algo”. Hoy es lunes y esta resaca me dice que efectivamente ayer fue domingo y que el fin de semana me ha dejado un amigo muerto (no quiero hablar de eso), un número de Lacanian Ink borracho de Sapphire (y el “Rizoma” también), un presupuesto ilegible por la misma razón y la cosa es que en vez tocar alguna de mis experimentaladas matutinas (Tar Pet, por ejemplo) he puesto Silvio Rodríguez (“Domingo Rojo” para colmo de males): esta es una resaca infame sin duda.

2:48 p. m.  
Blogger Max said...

p.s. liked your post too, & the comment i made in that other blog (you know which), was for you...
kisses

2:53 p. m.  
Blogger Tomás Ortiz said...

Los domingos son esos días en los que uno no hace nada o hace demasiadas cosas, pero nunca un término medio. Por regla general, odio los domingos, sobre todo por esa sensación de final que implica, no sólo de fin de semana, sino también de sensaciones. Es una angustia existencial, como si uno pensara: este domingo ya está aquí, me queda uno menos para llegar al final. Un domingo menos. Los lunes nunca pienso que me queda un lunes menos. Y los sábados, menos aún. Todos los días deberían ser continuos, sin semanas, ni meses, ni años... Jo, qué domingos más tristes...

3:55 p. m.  
Blogger Marujita Robinson said...

Yo tuve un domingo igual que el tuyo. Enferma, aburrida apesar de que tenía un montón de cosas que hacer, agobiada, etc. Qué depresión. Un saludito marujeril.

4:11 p. m.  
Blogger Cristina Crisol said...

¿Te sobra cabeza? No, tienes la justa. Quizás un poquito de pelo de más por lo demás perfecto y no te la toques tanto.

Los domingos son de nivel de alcohol en sangre, s
sirven para nivelarse y disfrutar de comidas copiosas para terminar con una siesta, si es con sexo mucho mejor. Me encantan los domingos.

4:15 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Me gustan los domingos porque es el único día de la semana en la que nadie te exige que hagas nada, es decir, puedes pasartelo comiendo pistacho y mirando las arañas del techo si te place.

Buen medicamente el eferalgan, es lo mejor contra la gripe.

¿Que pelis de Winterbottom te estas "comprando"?

5:29 p. m.  
Blogger andrés said...

exacto alobada, la clavaste, diste en el clavo, acertaste de pleno, acertaste DEMASIADO (parafraseando a quien no debo publicitar). Unos no saben por donde empezar pero usted si que tuvo un buen comienzo.

Max, las cazas al vuelo. Materia y vacío, yin y yan, in & out... que te voy a contar. Igual que qué no me vas a contar tu a mi, hay cosas que ciertamente mejor no contarlas así porque si, aunque realmente sean así porque si. Le acompaño en la infamia, en el sentimiento y en la copa.

Re:p.s. I know what you did in that blog that we both like so much. Gratefully, kisses

uau Reality, le dio un auténtico ataque de inconformismo. Pero tienes razón en aquello de sumar y restar, y es que por estos lares todo tiende como en un sumidero hacia la intoxicación etílica y la semana va cuesta abajo o cuesta arriba pero siempre directa al sábado. No tenemos arreglo. Saluditos domingueros apretados.

Marujita (excelsa damisela) su avatar no tiene precio!!! ¿Cómo puede aburrirse un mujerón como usted? No me creo nada.

Cris, vas directa a los comentarios sin leer el post, eso ya lo sabía de ti. Digo claramente QUE ME HE PELADO, así que ni un pelo de sobra. Pero te lo perdono PORQUE ERES DIVINA y tu si que lo tienes todo en su justísima proporción, especialmente la diplomacia festivo-parlamentaria y la cantidad de tabaco (dos paquetes) necesaria para ello. A ver si me invitas un domingo a comer, chata.

sisterboy es de nuestra secta (la mía y la de Roy). Pistachos y arañas forever. "24 hour party people", "Road to Guantanamo" y "9 songs", no encontré "Wonderland", mi favorita. Dame una dirección que te las "vendo" cuando quieras.

5:35 p. m.  
Blogger Luz G said...

hubo un tiempo que me dio por coleccionar domingos ajenos.
Tuve que tirarlos todos porque se me pudrieron en la caja.

Me encanta tu prosa, a veces es un cuchillo que corta sin piedad.

6:48 p. m.  
Blogger 3'14 said...

Yo no se que son los domingos pues mi horario semanal consta de "ocho días" cuatro laborales y cuatro de supuesto descanso... Así que valoro muchísimo esos días en los que el tiempo transcurre como una aparente pérdida de tiempo. Y es que, cuando más parece que el tiempo se desperdicia es cuando más tenemos que retener la maravillosa sensación de la simple existencia.

Uhm.. detrás de mi pantalla hay un ventanal, por si me pierdo mirando una poderme asomar por la otra ;)

8:57 p. m.  
Blogger Pilar M Clares said...

Sí, sí, sí... así es, exactamente.
Algo sobra, o falta.

(¿pretendes que esa cosa sea tu pelo? -se te ha ido la mano, o las tijeras, o el "celeblo"- parece el peluquín del Roque de mi barrio) Besos, que vales mucho, dale caña.

12:44 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Odio los domingos... comida con la family (por imperativo legal, que si no... la mama hace un drama), mercadillo por la mañana (todo trapos de saldo)y por la noche cafelito con algún circunstancial (complemento de modo o de tiempo, nunca de lugar). Ainsss

smuack smuack

1:25 a. m.  
Blogger andrés said...

me dio curiosidad por esa cosecha suya 25. A veces me gustaría que el cuchillo fuera romo, de cortar mantequilla. Que pudiera serlo, más bien. Siempre besos para usted

Pi: curiosidad (no me preocupa tenerla, no soy un gato) también me da eso de la semana octodiaria. La variante de la ventana tras la pantalla me viene a ser una especie de Magritte actualizado, aunque espero que sin chistera. Más besos.

jajajajaj, Pilar, la realidad es bruta y la vida puta, que cantaban aquellos. Que sepas que yo sólo me corto el pelo cuando tiene la cantidad equivalente a la propia de un gato angora de ocho años. Tienes que presentarme al Roque, nos llevaremos bien. Besos Pilar, a la caña vamos.

No veo nada odiable en ese domingo que me describes towngayer. Bueno, lo de los trapos si, por estos lares somos muy exquisitos con asuntos de percha (percherones pues). El resto suena de lo más plácido, quizá sea la torpe o turbia visión de uno que anda un poco separado de todo. Besos onomatopéyicos para usted.

2:04 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Estabas mas guapo en la otra foto.
Ahora si que soy tu gruppie Nº1!

7:53 p. m.  
Blogger andrés said...

geles darling, el groupie soy yo. Tienes tanta tanta razón

9:53 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Chico, si que te pone activo a ti la falta de salud. Andas de un prolijo...

Besos vagos.

7:33 p. m.  
Blogger andrés said...

la fiebre es calor, el calor es energía. Y después está aquello de canalizar la paranoia... Son rachas, lo que más me gusta es perder el tiempo.

Besos catalizados

10:29 p. m.  
Blogger Para, creo que voy a vomitar said...

Uno lo de la obra con el pelo de ese cliente y lo que dices de un gato para decir que mi chico un día me hizo un gato con su pelo cortado..., puede dar grima, pero me pareció genial!

Con Sigur Ros no te puede faltar nada, hombre :)

12:23 p. m.  
Blogger O de FLANEURETTE said...

everyday is like sunday...digo yo que no trabajo...pero se acaban llenando de espuma, no se si de afeitar o de la mas revolucionaria....gran post en tu linea "veroniquera", en su justa medida sobrifaltona....le cortaste el pelo a roy tambien?

5:29 p. m.  

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