poesía de mierda

-No conozco impotencia más amarga
que la de no poder poseerlas a todas,
ni alegría que pueda compararse
a aquella que produce
conseguir los favores de una sola
-Tu y tu poesía de mierda
-No es mío, es de Vicente Gallego, el tipo que…
-Si, ya, el que escribía en el vertedero. Normal que le salgan poesías de mierda.
-Muy gracioso. En serio te digo, me siento un poco así. Eso de “conseguir los favores” es lo que más me gusta. Una vez conseguido… no se, como que me doy cuenta de que no es para tanto. Frotar carne con carne. Creo que me va más el tonteo que otra cosa. Me las follaría a todas, pero cuando cae alguna como que tengo la sensación de que el sexo es una cosa de lo más idiota, que no merece tantas preocupaciones.
-Los cacahuetes están manidos. ¿Viste la camarera? Menudo polvazo.
-Y bien que lo sabe la muy cerda. ¿Pido otra?
-Claro. Entonces, si no te entusiasma ¿Qué cojones sigues buscando en las tías?
-El mechero. No se, creo que hecho de menos un interlocutor. Alguien que esté siempre ahí, que construya una vida conmigo, alguien con quien compartir. Yo podría hacer la compra y ella plancharme las camisas, por poner un ejemplo. Alguien con quien hablar de mi trabajo, que me ayude a elegir la ropa, alguien con quien viajar, alguien que siempre me diga lo bueno que estoy… un amor, en definitiva.
-No te lo pierdas, se está agachando por servilletas. Lleva un tanga rosa.
-Joder. ¿De verdad escribía en un vertedero?